19 de enero de 2016

Mahler y el recuerdo de mi madre.

Ubud, Bali, 19 de enero de 2016


Íbamos en el coche de Ashran hacia Ubud, la llamada capital cultural de Bali. Escuchaba parte de la segunda Sinfonía de Mahler en el programa Música y significado de Radio Clásica. Mi estado anímico del momento hizo que pasara más por alto las explicaciones sobre el segundo movimiento y que me centrara más en la música. Fueron unos largos minutos en los que sentí cerca la presencia de mi madre, recuerdos, siempre agradables, que llegaban sin buscarlos, imágenes cotidianas, gestos, algunas palabras. Una hermosa proximidad que he sentido también en muchas ocasiones hacia mi padre.

Los comentarios e indicaciones del director del programa se basan en buena parte en los escritos de Mahler sobre su obra. Es una lucha entre la angustia por el sentimiento de la muerte, angustia producida en parte por el desconocimiento de una vivencia por la que pasaremos todos y a la que nos resulta difícil aproximarnos aunque hayamos tenido experiencias cercanas o hayamos leído y meditado sobre ella, y la esperanza o necesidad de otra vida posterior. Éste es el sentido del primer movimiento, la lucha entre la muerte definitiva y la existencia de una posible resurrección, la pregunta llena de angustia sobre si habrá vida después.

En el segundo movimiento el recuerdo agradable de lo vivido suaviza por unos minutos la vuelta a la realidad de la muerte expresada mediante un scherzo macabro que se desahoga al final en un grito de desesperación y que se calma en el cuarto movimiento con la idea del regreso a la divinidad. La Sinfonía termina con una respuesta positiva que diluye la ansiedad y la angustia ante el juicio final, un juicio que no existe, no hay juez, nada es bueno ni malo.

No puedo poner el vídeo directamente, aquí están los enlaces del segundo movimiento de la segunda Sinfonía de Mahler.
Mahler: Symphony No. 2: Mov. 2 - Part 1 of 2: https://youtu.be/JbJ5oWoM4Wk
Mahler: Symphony No. 2: Mov. 2 - Part 2 of 2: https://youtu.be/n5jBVD1cztA

Las imágenes del final son de un bonito paseo que dimos antes de llegar a Ubud, un recorrido de algo más de dos horas por los campos de arroz y del templo que visitamos, el segundo templo más importante de Bali, Jatiluwih, bueno, más que del templo, del ambiente natural en el que está situado.