26 de noviembre de 2015

Desfiladero de Shakadang, Taiwan

Xincheng, Taiwan. 25 de noviembre de 2015.


Esta mañana cuando paseábamos por la garganta de Shakadang junto al río del mismo nombre, un grupo de colegialas me rodeó mientras fotografiaba las hendiduras de una roca; se miraban y reían asombradas de verme inclinada hacia la piedra en cuestión haciendo una foto en la que no había ni paisaje ni personas ni ningún otro bicho viviente. El paisaje era espectacular en algunos de sus rincones, entre los caminantes había rostros atractivos y sin embargo allí estaba esa turista occidental fotografiando una simple piedra. Y es que hoy los colores y las texturas de las paredes del desfiladero, la espuma y la transparencia azulada del agua corriendo entre los escollos rocosos y los  cantos del lecho del río era lo más hermoso del camino. Un estrecho sendero junto a la pared de la garganta daba también la oportunidad de disfrutar de formas y colores únicos.

Volvemos a Madrid. Mi madre tiene problemas graves de salud y está hospitalizada.






























25 de noviembre de 2015

Parque Nacional de Taroko Gorge, Taiwan

Xincheng, Taiwan. 24 de noviembre de 2015.


Dejamos Taipei hace dos días para terminar nuestra estancia en Taiwan paseando por el Parque Nacional de Taroko Gorge. Es admirable lo bien organizado que está este país en aquello que repercute en las necesidades cotidianas y en las actividades de ocio de sus ciudadanos. Servicios públicos en las calles, en el metro y estaciones de tren, impecables y gratuitos, transporte con horarios amplios, puntuales y bien señalizados y unos parques nacionales en los que han conseguido el equilibrio entre la conservación de la naturaleza y la posibilidad de que la gente pueda disfrutar de ella. España tendría mucho que aprender de Taiwan.

Ya nos pasó en el Parque Nacional de Yangmingshan, en Taipei. Hoy en el de Taroco la experiencia ha sido bella, agradable, tranquila y sencilla de llevar a cabo. Un autobús recorre la carretera parando en los principales lugares para caminar, hay recorridos cortos que puedes compaginar tomando el autobús entre un punto y otro. Caminos trazados con gusto y respeto total al paisaje natural. Y todo sumamente cuidado y utilizado por una población educada en el respeto al medio ambiente, en la limpieza, en la utilización de los móviles en el transporte público, en fin que tenemos mucho que aprender de algunos de esos pequeños países lejanos que no pertenecen a nuestra cacareada civilización occidental, por cierto tan cercana a la barbarie como podemos recordar en estos días.

En las imágenes alguna foto de una manifestación en Taipei el último día defendiendo la independencia total y reconocida respecto a China y el paseo de hoy en Taroco, costa este de Taiwan.

 




















22 de noviembre de 2015

Taipei y el Parque Nacional Yangmingshan

Taipei, Taiwan, 22 de noviembre de 2015


En mi último post sólo iban fotos, eran las de un paseo por el parque del Palacio Imperial de Tokio y otro por el Rikugi-en. Era el otoño, ahora es el verano y de un país continental hemos pasado en poco más de dos horas de vuelo a uno subtropical. Las hojas amarillas, tostadas o granates, los árboles medio desnudos han sido sustituidos por variados tonos de verdes, frutos rojos y azules, hongos nacidos en las cortezas de los árboles y una vegetación exuberante. La ciudad de Taipei está prácticamente unida al Parque Nacional de Yangmingshan, extenso, con altitudes de más de mil metros, cercano al mar y diferente según la zona por la que se camine. En la subida al pico Qixint era la vegetación, el descenso fue el descubrimiento inesperado de las fumarolas volcánicas, rocas aún calientes, un ambiente impregnado de niebla y de humo desprendiéndose de la tierra. Ahora ya no era la sensualidad de un bosque que rodea al caminante y le ofrece sus encantos gratuitamente, ahora era la austeridad de un paisaje en el que debes abrir los ojos para descubrir los diversos y elegantes tonos y texturas de las piedras, rocas y tierra volcánica.

Hace un par de días, al salir del Museo de las Religiones del Mundo en Taipei, pensé escribir algo sobre el bien y el mal, dos  conceptos presentes en todas las religiones, pero pasa el tiempo y los días son tan variados y tan intensos... No sólo fue este tema el que me surgió a partir de la visita a este museo, también, quizá por sus características en las que la intimidad, la iluminación y la disposición de lo expuesto propiciaban una visión más profunda que histórica del tema religioso, fue la posibilidad de ejercer la tolerancia y el respeto con la ayuda de un conocimiento del hecho religioso tan necesario para no confundirnos ni crear más problemas en este tiempo que vivimos.

Antes habíamos visitado el Longshan Temple. Como en otras ocasiones una multitud deambulaba por el recinto encendiendo las varillas de incienso, ofreciendo flores, frutas y otros alimentos e inclinándose ante los altares unas veces en actitud concentrada y otras como quien tiene el tiempo justo para saludar a todos y cada uno de los dioses, reverencia aquí, reverencia allá.